
Se fueron directo del aeropuerto al point que anhelaban, que se suponía que prometería, y que de hecho lo hizo. Era una punta increíble, fondo de arena y saliendo un set tras otro, sin ninguna queja. El problema fue que el control militar les prohibía surfear en ese lugar, a menos que tuvieran un permiso especial.Por suerte descubrieron otras playas cercanas donde se pudieron deleitar con un excelente surf, mientras esperaban por el permiso famoso. Pero ya llegaba el fin de su estadía y no habían conseguido todo lo que querían. Así es que optaron por el riesgo y falsificaron el permiso. Muy formales, con la autorización falsa, mandaron a Callahan, el fotógrafo, a entregar el asunto, mientras los demás saltaban rápidamente al agua a aprovechar al máximo el tiempo que tendrían hasta que los guardias se dieran cuenta del fraude, por el que podrían ser detenidos.Afortunadamente para cuando se dieron cuenta, ya habían podido satisfacerse con varios sets y muchas fotos, y tras un par de argumentos por lo que hicieron, los despidieron bastante cordialmente y el cuento terminó con todos felices en el avión de vuelta.
Mas info en www.surfline.com
BALUVERXA.COM

Jolin con la derechita,igual de buena y larga qu la de la playa Candas,jajaja.
ResponderEliminar