HASTA LOS COJONES DE LOS ESPIGONES

Foto-WOOOW que preciosidad de especulación y mamoneo.
No sólo hay piratas en Alemania, donde este fin de semana casi un millón de ciudadanos han decidido que su opción electoral más razonable es la que promueve una cultura libre, y en la que todos los ciudadanos sean tan respetables como Angela Merkel. El Domingo pasado, más de un centenar de ciudadanos de Barcelona se manifestaron en la playa de la Barceloneta contra el infame hotel W, más conocido por Hotel Vela. Alrededor de las doce de la mañana, asociaciones de vecinos del barrio de La Barceloneta, grupos de ciudadanos y surfistas se dieron cita en el litoral de la ciudad para realizar una protesta contra el Hotel W Barcelona.
Los asistentes al acto acudieron con barcas de plástico, pateras, colchonetas y demás utensilios playeros. Además podían verse pancartas y carteles reivindicativos como “No al Hotel Vela”, “Vecinos: una especie en peligro de extinción” o “La ciudad es nuestra”. El promotor de la iniciativa, el Colectivo “Bomba al Hotel Vela”, explicó a los medios de comunicación presentes que la edificación es ilegal, ya que se ha realizado en terrenos públicos, ganados al mar, que son propiedad de la Autoridad Portuaria.
Como medida de protesta, los activistas se lanzaron con pateras y chinchorros varios, y llegaron al espigón más cercano al hotel, donde desplegaron una pancarta gigante que pedía la demolición del edificio. A su vez, otros ciudadanos se acercaron a la zona, donde también desplegaron pancartas de rechazo y emitieron gritos de “Hotel Vela Ilegal” y “Jordi Hereu dimisión”. Algunos asistentes realizaron pintadas en las piedras del espigón ,donde acusaron de corruptos al Alcalde y a sus socios de gobierno.
Este complejo turístico, que forma parte de la cadena hotelera Starwood Hotels, ha generado una fuerte polémica entre el vecindario de la zona por su impacto visual y su extremada cercanía al mar, pasándose por la quilla todas las leyes de Costas. Portavoces de asociaciones vecinales han acusado al Alcalde Jordi Hereu de practicar una política de urbanismo salvaje, ligada a los intereses privados de grandes multinacionales, más interesadas en el lucro propio que en un urbanismo sostenible y racional para la primera linea del litoral barcelonés.
BALUVERXA

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