EL CAMION DE MUNIAIN

El surfista Asier Muniain ha construido toda una vivienda dentro de él para sus expediciones.
Asier Muniain es un surfista que está tomando parte en el Campeonato del Mundo de Surf, en el San Miguel Pro Zarautz, que comenzó ayer y que se prolongará, si no hay novedades, hasta el domingo.
A priori, Asier no es más que uno de los 151 surfistas inscritos para esta competición, pero este zarauztarra de 27 años tiene una curiosa historia que contar. Es una historia con forma de camión, pues ése es su gran proyecto, al menos por el momento.
Asier es propietario de un camión al que sólo le falta hablar, como el mítico automóvil de esa serie de los 80. No le falta de nada. Más que un camión parece una casa de última generación.
El surfista no recuerda los meses que lleva trabajando en este proyecto, y aún le quedan varios más hasta dejarlo como desea.
El camión está dividido en dos partes, la delantera, que hace las veces de cocina y sala de estar, además de dormitorio, con tres pisos de camas plegadas por el día en la pared. Un frigorífico, depósitos de agua, una fregadera, un lavavajillas, una vitrocerámica...
En la parte de atrás, separada por una falsa pared, obra de Asier Muniain, como todo lo demás, se encuentra el taller, con herramientas de todo tipo, y donde se almacenan las tablas de surf y las motos de agua.
La gran ola
Como comenta, «la idea del camión surgió a raíz de un invierno en el que estuvimos en Irlanda grabando el documental Negua, en el que se narra cómo cazar 'la gran ola'. De ahí surgió la necesidad de un lugar en el que resguardarse en esas expediciones por Europa en pleno invierno, con el viento, la lluvia, y demás adversidades».
Pero no sólo eso, pues con este camión «se puede invitar a más personas a las expediciones, para que pueda entrar el equipo de un medio de comunicación, y tener más presencia, más credibilidad para los patrocinadores... A fin de cuentas, para que sea más profesional, que no parezca una furgoneta de hippies».
Desde luego, un proyecto de esta magnitud no está al alcance de cualquiera, pero Asier es un verdadero manitas. Estudió un grado de técnico de mecanizado, algo que le ha aportado muchos conocimientos, y además su padre es carpintero, por lo que siempre tuvo herramientas en casa.
Por si fuera poco, como él mismo reconoce, siempre fue un «salsero». Le encantaba construir txabolas de niño, y más adelante comenzó a ayudar con las carrozas de los carnavales, o las de Euskal Jaiak. «Me llaman McGiver», añade entre risas.
Sobre su práctica en el surf, que es a lo que se dedica, este alegre zarauztarra comenzó a practicarlo desde los 13 años: «Me encantó desde el primer momento». Esa pasión le llevó a abandonar un buen puesto de trabajo en una marmolistería para dedicarse por entero al surf.
Empieza a preparar la temporada antes de otoño, para llegar de la mejor manera posible al invierno, cuando comienza la temporada para él, es decir, cuando se dan las mejores y más grandes olas.
Sobre el campeonato, es rotundo: «Sé que hay gente mejor que yo, pero voy a darlo todo para hacerles frente». Y sobre el hecho de que ayer no fuera posible disputar ninguna prueba por la falta de olas, confía en que a partir de hoy la cosa cambie: «Era el día más dudoso, pero a partir de ahora esperamos que todo mejore. Si hay buenas olas se puede ver un gran espectáculo».
BALUVERXA

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